El principado de Mónaco es después del estado del Vaticano el país más pequeño de todo el mundo. Un estado que derrocha glamour por cada uno de sus rincones, sobretodo Montecarlo.
Para llegar a Montecarlo tendremos que realizar una excursión de alguno de los cruceros que hagan escala en el puerto mediterráneo de Villefranche. Mónaco está a poco distancia del puerto de Villefranche.
Para ello tendremos dos opciones o contratar alguna de las excursiones que nos ofrezcan en el crucero o bien hacerlo por nuestra cuenta (por lo que tendremos que tenerlo todo muy bien planificado).
En el caso de hacerlo por nuestra cuenta deberemos de coger el tren cercanías que sale desde el puerto de Villefranche e ir hasta Mónaco, este tren tiene un coste aproximado de unos 5 euros ida y vuelta y donde podremos contemplar unas bonitas vistas hacía la costa Azul, la costa más visitada de todo el mundo.
En Montecarlo podremos visitar lugares como: el palacio de los príncipes de Mónaco, la catedral, sus comercios de auténtico lujo, los jardines y el casino, todo ello recorriendo las calles por donde cada año circula el Gran Premio de fórmula uno más emblemático del mundo.
El casino de Montecarlo es una de las visitas más solicitadas en las excursiones a Mónaco. La entrada no es gratuita ya que cuesta 10 euros, pero sin duda alguna vale la pena entrar al lugar.
Luego podemos pasear por las calles, contemplar el espectacular puerto y las embarcaciones lujosas que hay en él y comprar algún que otro souvenir de recuerdo. Aproximadamente en poco más de cinco horas habremos visitado esta glamourosa ciudad del principado de Mónaco.