Desde canarias hasta Cantabria, todas las ciudades españolas están sufriendo la crisis, como el resto del mundo. Recetas hay muchas, para las ciudades que tienen la suerte de tener un puerto de cruceros cercano la solución, o parte de ella, pasa por atraer más cruceros y mejorar la oferta de ocio.
Es el caso de Cantabria, que cuenta además con un atractivo de primer orden que es el hecho de que los barcos atracan practicamente en el centro de la ciudad. El objetivo de la ciudad es ampliar el muelle de cruceros tratando de respetar este activo.
Por su parte encontramos justo la cruz de la moneda. En el puerto de Arrecife, en Canarias el problema es justamente el acceso a la ciudad, a través de una zona de campo con una imagen probablemente muy poco adecuada para este tipo de turismo.
Seguimos con casos de exito o iniciativas contra la crisis en las que el turismo de cruceros aparece como una solución. En Cartagena 45 comerciantes han promovido la campaña Amigos de los Cruceros, por la que se comprometen a abrir sus puertas aquellos domingos y festivos en los que atraquen cruceros en la ciudad.
Una iniciativa muy lógica si tenemos en cuenta que algunos cruceros pueden desembarcar mas de 3.500 personas y, sobre todo, el hecho de que en su mayoría se trata de turistas en busca de recuerdos, souvenirs, etc con una predisposición a las compras superior incluso a la de cualquier otra persona que habitualmente pueda estar paseando por la ciudad.
Además no se trata de un beneficio únicamente para las empresas de la ciudad con puerto. Ciudades a distancias de hasta varios cientos de kilómetros se benefician perfectamente de estos cruceros al organizarse excursiones a las mismas. Es el caso de Elche, Alicante o Murcia, a la que llegan turistas tanto desde el puerto de Alicante como desde el puerto de Cartagena.
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