Esta ciudad argentina, ubicada en la provincia de en la zona sur del territorio de este país, se ha visto ampliamente afectada con la llegada de más de 1.500 turistas que desembarcaron simultáneamente en el lugar con la intención de recorrer en pocas horas las impresionantes escenas naturales que esta parte del mundo presenta especialmente en la actual época del año.
El problema fue que al no ser una ciudad especialmente diseñada para el arribo de gran cantidad de turistas, el sistema de transporte público, tanto de taxis como de micros, colapsó a los pocos minutos de llegados los dos barcos más importantes que pasan por allí en estas semanas, el Radiance of the Seas y el Norwegian Sun.
El primero de ellos amarró en el puerto Comandante Luis Piedrabuena, mientras que el segundo en el Almirante Storni con pocas horas de diferencia, por lo que el centro de Madryn rápidamente se inundó de gente, en su mayoría de avanzada edad, con ropas de muchos colores y sombreros extraños, que denotaban una procedencia lejana a su destino final.
El problema se produjo porque en todas las guías de empresas de cruceros se recomendaban las mismas visitas, las cuales incluían en su itinerario los distintos museos que presenta la ciudad, la lobería de Punta Loma, el Ecocentro y el Valle Inferior del Río Chubut, según comentaron los taxistas, avocados al transporte de turistas por varias horas seguidas.