RMS Lusitania (Parte II)

Seguimos con el repaso a uno de estos barcos que marcaron la historia de los navíos, en este caso con los sucesos en torno a la vida del Lusitania.

Si bien en un principio, al analizarse la construcción del Lusitania se planteó la posibilidad de incorporar cañones laterales para evitar los ataques que pudiesen ocurrir, finalmente la misma fue desechada creyendo que los mismos no serían necesario de ninguna forma, puesto que nadie se ensañaría con un barcos de pasajeros, algo que finalmente sí terminó sucediendo.

Para 1915, el Lusitania ya era una de las embarcaciones más reconocidas del mundo, y en su haber se destacaba el haber de transportado hasta ese momento más ¼ millón de pasajeros.

El día 30 de Abril de ese año, el Lusitania embarcó en Nueva York, como lo hacía rutinariamente, para llenar sus reservas de combustible, comidas y demás intereses, entre los que para algunos se encontraban ciertos elementos militares que posteriormente habría provocado el ya conocido ataque.

En su último viaje, el Lusitania estaba comandado por el capitán William Thomas Turner de 63 años, a quien le faltaban pocos días para su retiro. Justamente en esos días, y como si fuera una casualidad del destino, varios periódicos norteamericanos alertaban con el peligro de viajar por aguas no neutrales, ya que podían ser atacados aún sin motivo aparente.

Finalmente, los registros dicen que el Lusitania se hundió en menos de media hora el 7 de Mayo de 1915, al ser alcanzado por los torpedos alemanes.