Preguntas sobre Cruceros

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Al igual que hablamos hace pocos días sobre el tema de la claustrofobia, lo mismo ocurre con los mareos. Los viajes en crucero nada tienen que ver con viajar con un pequeño pesquero, estamos hablando que en ocasiones se viaja en buques que superan ampliamente las 100.000 toneladas de peso bruto y que los movimientos o el balanceo es casi inexistente.

Si eres propenso a sufrir mareos al viajar en barco o tienes una mala experiencia que te ha marcado de por vida, no tienes porque tener miedo. En los buques grandes y modernos el balanceo apenas se nota, de todos modos no viene mal prevenir cualquier posible mareo con unas pastillas adecuadas o siguiendo recomendaciones como por ejemplo escoger los camarotes situados en las zonas que no estén ni cerca de popa o proa, que en mares más agitados es donde se podría notar algo más ese dichoso balanceo.

En los pequeños buques la sensación del mareo es posiblemente mayor, pero hay que tener en cuenta que cualquier barco de hoy en día dispone de estabilizadores que evitan un mayor balanceo y que por tanto la sensación de mareo es prácticamente nula para cualquier pasajero.

Uno de los principales inconvenientes de viajar en un crucero es que a veces y según el destino a visitar no se puede conocer la ciudad por completo. Eso es cierto, pero a medias, así que hoy intentaremos responder y sobre todo explicar los inconvenientes pero también ventajas que supone viajar en crucero y conocer sus destinos.

Es evidente que hay destinos que se antojan conocer por completo en una visita con un crucero. Por ejemplo, la capital de Italia, Roma, una ciudad inmensa con tantos lugares para visitar, necesitaríamos prácticamente tres o cuatro días completos para conocer lo esencial de la ciudad, con lo que con unas pocas horas de estancia en la ciudad se hace imposible. Evidentemente tampoco ningún otro viaje podrá ofrecernos tantos destinos diferentes en tan pocos días.

Los cruceros no están especialmente enfocados a conocer los destinos, sino a disfrutar del barco, de todas las actividades y entretenimientos que se llevan a cabo. Así que los destinos acaban siendo un ingrediente más, esa guindilla que necesita todo buen pastel. A pesar de todo, si contratamos algunas de las excursiones que se suelen ofrecer a bordo y dado que están perfectamente programadas si que podemos conocer algunos de los sitios más importantes y emblemáticos de una ciudad, y si esta es pequeña, incluso conocerla por completo.

Las excursiones programadas por los cruceros cuentan con profesionales de primer nivel, guías con diferentes idiomas que conocen a la perfección la ciudad. Con estas excursiones evitarás colas y posibles contratiempos, y es que tienes que pensar que el buque no te estará esperando si llegas tarde…

En ocasiones, y aunque se da en muy pocos cruceros, se hacen pernoctaciones en algunos puertos. Esto permite poder hacer noche en destino y tener algunas horas más para poder disfrutar del destino. No obstante, y como ya os he comentado, lo esencial de un crucero no es conocer por completo los puertos o ciudades donde se hace escala, sino llevarnos un recuerdo de un bonito viaje en crucero.

Esta pregunta tiene una respuesta clara, directa y concisa: depende. Sí, puesto que no todos los cruceros navegan con el mismo tipo de naves. De nuevo haremos hincapié en las diferencias entre compañías, tal y como hicimos hace un par de días en un anterior artículo.

Como ya os hemos informado en infinidad de ocasiones, las navieras de cruceros se dividen en tres segmentos: lujo, premium y convencionales o populares. Las navieras de lujo y como norma general utilizan embarcaciones más pequeñas, más lujosas y muy concurridas, se prima ante todo el confort y el relax del pasajero y para ello se le habilita el mayor espacio a bordo. En los cruceros premium se utilizan barcos de mayor tamaño y algo más concurrido, pero tampoco de una manera tan exagerada como en los cruceros populares, donde suelen viajar bastantes pasajeros.

De todos modos, aunque en estos cruceros, digamos populares, viajan un gran número de pasajeros (en ocasiones más de cuatro mil), también hay que tener en cuenta que utilizan barcos exageradamente grandes. Por ejemplo, en el caso del Oasis y el Allure of the seas tienen una longitud que supera los 360 metros de eslora, casi 50 metros de manga o ancho y más de sesenta metros de altura. Así que, aunque viajen muchos pasajeros, tantos como 4000, no se tiene porque sentir una sensación de agobio o masificación. Eso sí, las zonas exteriores como las piscinas, en un día soleado, suelen estar bastante concurridas.

A menudo muchos pasajeros pueden pensar que en un crucero se siente claustrofobia. Nada más lejos de la realidad, hay cruceros de todos los tamaños, incluso en algunos de ellos se pierde totalmente la noción de estar a bordo de un barco.

Estamos hablando de buques que en ocasiones superan claramente las 100.000 toneladas de peso bruto y que en su interior albergan centenares de habitaciones, decenas de bares y restaurantes, piscinas, teatros, tiendas, etc…Ya os digo que a menudo se pierde por completo la sensación de estar a bordo en un barco. Las cabinas de los buques son amplias, cómodas y confortables, no se viaja en un velero ni en un buque militar y se puede caminar con total normalidad.

No obstante, si tiendes a tener ansiedad a los lugares cerrados, te recomendaríamos que eligieras un camarote exterior con balcón o cuanto menos que disponga de ojo de buey, para tener una pequeña ventana hacía el exterior, que por lo menos de sensación de amplitud.

Así que no tengas miedo, en los cruceros no se siente en la sensación de claustrofobia, los buques son lo suficientemente amplios para que uno se sienta totalmente cómodo en todo momento.

Esta es una de las mayores preocupaciones de los pasajeros que se embarcan en un crucero. Estar de vacaciones en un barco supone pasar muchas horas navegando y eso a la postre tener que degustar la gastronomía a bordo.

¿Es buena la comida en un crucero? Una de las típicas preguntas que se suelen hacer antes de embarcarse en un crucero. Al igual que en el artículo anterior tendríamos que diferenciar entre las navieras de lujo, con las premium y las convencionales, y dentro de estos tres grupos también diferenciar entre un comedor principal y uno de especialidad.

Por ejemplo, las navieras convencionales dado el número de pasajeros que embarca a bordo suele utilizar la fórmula de los restaurantes buffet. Estos no tienen evidentemente la calidad de otros restaurantes, no obstante suelen tener muy buenos platos y sobre todo mucha variedad. Eso sí, no esperes comer aquí el mejor plato de pasta de tu vida….

En los cruceros de lujo la cosa cambia por completo. La gastronomía que se ofrece a bordo es de primerísima calidad. De hecho, en ocasiones muchos de estos restaurantes podrían incluso competir con algunos de los mejores restaurantes en tierra. Existen restaurantes de embarcaciones de lujo que tienen premios internacionales de gastronomía. La calidad de los ingredientes, su presentación y el servicio que se presta es muy elevado. Lo mismo ocurre con las navieras “premium”, una categoría intermedia entre las de lujo y las convencionales, donde se presta especial atención a la cocina que se sirve a bordo.

Por último, encontramos los restaurantes de especialidad de los cruceros convencionales. Unos restaurantes que en ocasiones supone un coste adicional y que ofrecen una cocina diferente, ya sea oriental, mexicana, etc…

Pero en definitiva, para dar respuesta a una de las preguntas más comunes y típicas que se suelen hacer antes de embarcarse en un crucero, os diré que sí, en un crucero se puede comer muy bien. 

A menudo muchos pasajeros tienen ideas preconcebidas acerca de los viajes en crucero, así que hoy en viajar en cruceros queremos dar respuesta a muchas preguntas que a menudo nos soléis hacer… 

¿Todas las líneas de crucero ofrecen el todo incluido a bordo?

Esta es una de las cuestiones que más dudas suele abordar a los pasajeros que por primera vez se embarcan en un crucero. Vamos a ver, normalmente las líneas, llamémoslas “populares” ofrecen cruceros en los que algunos de sus restaurantes, como por ejemplo los principales, disponen de menú totalmente gratuito a cualquier hora del día, sin embargo hay cargos adicionales tanto para las bebidas alcohólicas como para todo aquello que no sea agua o limonada. En ocasiones este tipo de crucero ofrecen salidas especiales con todo incluido a bordo, y es entonces cuando los restaurantes de especialidades resultan totalmente gratuitas para el pasajero. 

Sin embargo, si bien en los cruceros “populares” estas opciones son más limitadas, en los cruceros de lujo ocurre todo lo contrario. Aunque en un primer momento el precio de un crucero de lujo pueda parecernos algo elevado, hay que tener en cuenta que luego a bordo no gastaremos prácticamente en nada. Por ejemplo, Silversea Cruises, una de las navieras más lujosas del mercado de cruceros, incluye hasta bebidas en la cena en el minibar de la cabina e incluso excursiones guiadas gratuitas en algunos puertos de escala. 

Con esto no quiero decir que en los cruceros convencionales se acabe gastando una gran suma de dinero por no tener el todo incluido, puesto que se puede comer en muchos restaurantes (no en especialidades) sin tener que hacer ningún gasto, pero evidentemente disfrutaremos más pudiendo conocer todos los rincones del barco sin tener que hacer un gasto adicional.

Hoy vamos a echar por agua uno de los mitos que van siempre unido a los cruceros, nos referimos a que en este tipo de viajes se suele decir que uno acaba en sobrepeso.

Es cierto que en los cruceros uno de los aspectos que más se cuida es la gastronomía, es cierto también que hay una gran variedad y cantidad de zonas para saborear buenos platos, es cierto que al estar la cocina incluida en el viaje se hace probablemente más fácil repetir, pero también es verdad que las múltiples actividades que se desarrollan a bordo hacen que podamos estar en forma en todo momento sin que tengamos que acabar el viaje con unos kilos de más.

 

Como decimos las actividades a bordo son muchas, además de que la mayoría de cruceros disponen de sala de gimnasio y fittness, muchos buques tienen además otros espacios donde poder quemar calorías. Por ejemplo el Norwegian Breakaway tiene una cubierta exterior que parece estar enfocada para el deporte, con canchas de baloncesto o una zona de escalada en roca. Celebrity ha incorporado clases de zumba Fitness en sus cruceros, además de disponer de impresionantes gimnasios con vistas al mar.

 

Por su parte, la compañía Carnival, referente a todo lo relacionado con la diversión y el entretenimiento, dispone de una zona denominada Sportssquare, situada al aire libre y que sirve como centro de recreación y para ponerse en forma. Lo mismo ocurre con Royal Caribbean, muy enfocada al entretenimiento y que dispone de muchas zonas para ponerse en forma.

 

Las compañías de lujo, que suelen esforzarse sobre todo en primar sensaciones de máximo relax y confort, también ponen especial énfasis en que el pasajero se sienta cómoda y a la vez pueda seguir en forma en todo momento. Así, los gimnasios no suelen faltar, además de programas deportivos que puedan realizarse a diario durante toda la travesía.

 

Como veis, si uno gana kilos en un crucero es porque quiere, ya que opciones para estar en forma nunca le van a faltar.