En el crucero Seabourn Odyssey llegando a Mallorca

En nuestro primer crucero, un Pullmantur por las Antillas holandesas, en el viejo pero encantador Holiday Dream, descubría que en alta mar tengo el sueño ligero... Bueno, a decir verdad soy tanto o tan poco perezoso para levantarme de la cama como cuando estoy en casa en un día normal.

La diferencia es que navegando, si escucho cualquier ruido que me despierta miro la hora... y automáticamente salto como un muelle para hacer alguna foto del amanecer o simplemente dar un paseo por cubierta para aprovechar la luz noctura para las fotos del crucero.

Esta mañana la verdad es que si no hubiera sonado el despertador habría estado durmiendo hasta las tantas. Las suites del Seabourn Odyssey son silenciosas, confortables y muy espaciosas, y encima la cama es muy muy cómoda. En definitiva, he dormido toda la noche, como se suele decir, “del tirón” hasta que esta mañana sobre las 6 de la mañana ha sonado el despertador del trabajo. Al principio he tardado un par de segundos en recordar donde estaba.

He pensado durante dos o tres segundos lo a gusto que estaba en la cama, pero en seguida en mi cabeza ha saltado el chip: “ARRIBA CAMASTRON, no todos los días ves el amanecer mientras navegas aproximándote a Mallorca”.

Y de verdad que es bonito. En el Caribe, aquél crucero de luna de miel que hicimos nos dejó unas imágenes impactantes de amaneceres impresionantes llegando a paradisíacas islas como Aruba, Barbardos, …. Una vez has visto la belleza del amanecer en una isla, o mejor dicho, navegando en aproximación a una isla, te quedas enganchado.

Mallorca no iba a ser una excepción, sencillamente preciosa. En cuanto volvamos subiré todas las fotos a la red social Crucerista.net, mientras tanto os dejo un par de las imágenes más bonitas que he podido captar con el movil durante mi paseo matutino.

 

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