En el artículo de hoy nos detendremos en la cocina de los barcos, pero no hablaremos de los menús, de sus platos, de los restaurantes ni de los chefs, sino de la imaginación que derrochan éstos exponiendo auténticas obras escultóricas realizadas con fruta y otros alimentos y que permiten al pasajero sorprenderse y soltar más de una carcajada.
Os comento esto porque si tenéis la oportunidad de realizar un crucero, casi con total seguridad en el restaurante buffet de éste encontrareis divertidas sorpresas, elaboraciones hechas a mano y con mucha sutileza en las que se exponen auténticas esculturas hechas con frutas. Por ejemplo una gallina esculpida con una sandia, un pez volador marcado en relieve sobre el interior de un melón, un pájaro loco realizado con piña, trozos de limón y melón, un pato con cuerpo de piña, pico de pepino y ojos de aceituna o un ramo de rosas compuestos de diversas frutas….
Estas son sólo algunas de las sorpresas que podemos encontrarnos en los buffets de los barcos crucero, y que forman parte del entretenimiento que se vive a bordo, consiguiendo así el objetivo principal, hacer divertir y entretener al pasajero para que viva una experiencia que no olvide jamás.
