La nueva regulación de combustible que entrará en vigor a partir de este próximo lunes 1 de agosto de 2011, provocará de buen seguro un aumento considerable en el precio de los cruceros que viajan hacía la Antártida.
De momento la nueva normativa impedirá que los buques crucero utilicen fuel-oil pesado en toda la costa de la Antártida, además se está estudiando si impedir a embarcaciones de gran tamaño transitar por la zona.
Esta prohibición la ha puesto en marcha la OMI (Organización Marítima Internacional), para intentar reducir al máximo el impacto medioambiental en la zona y evitar las fugas masivas de aceite.
De este modo a partir del próximo mes las embarcaciones que naveguen hacía la Antártida deberán realizar un cambio de gasóleo para poder transitar por la zona, lo que ocasionará que sea más ecológico, menos contaminante pero inevitablemente más caro, con lo que eso repercutirá de forma directa en el precio de los cruceros.
La primera compañía que ha dado marcha atrás en sus itinerarios por la Antártida ha sido Princess Cruises, que ya no ha incluido en su catalogo para 2012 sus tradicionales cruceros por la Antártida.
Una buena noticia para la región y el medio ambiente, pero no tan buena para las compañías de crucero y para el bolsillo de los pasajeros.
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