Excursiones a Roma: la mejor elección

La ciudad de Roma es uno de los destinos más escogidos por las navieras de crucero. Son muchas las compañías que eligen el puerto de Civitavechia ya sea como home port o puerto de embarque o bien como puerto de escala en sus itinerarios. 

Roma es una ciudad espectacular, enorme y con muchos puntos de interés. Además, hay que tener en cuenta que dentro de Roma se encuentra el estado más pequeño del mundo, la ciudad de Vaticano que cuenta con la impresionante catedral de San Marcos y el museo del Vaticano. 

Si realizas un crucero con escala en Roma y con sólo un día de visita, yo particularmente os recomendaría que escogierais algunas de las excursiones que suelen ofrecer las navieras.

El puerto de Civitavecchia (el más cercano a la ciudad de Roma), está situado a uno 60 kilómetros del centro de la capital italiana. Si no escoges una excursión de la naviera tendrás que realizar toda una odisea para llegar hasta el centro de la ciudad. 

Primero de todo tomar un bus transfer que nos lleve desde el desembarco del barco hasta el principio del paseo marítimo de Civitavecchia. Este bus suele tener un coste de unos 3 euros ida y vuelta, pero entre esperas y colas puedes tardar bastante en llegar hasta el paseo marítimo de Civitavecchia. 

Pero eso no es todo, al llegar al paseo tendrás que andar durante aproximadamente unos 15 minutos para poder alcanzar la estación de tren. Luego allí, podrás tomar un tren que te conduzca desde Civitavecchia hasta Roma por un precio de unos que oscila entre los cinco euros (pasaje más barato) y 10 euros el más caro. El tren rápido llegará a Roma en poco menos de una hora, mientras que el lento y más económico llegaría en hora y media, como siempre a todo esto habrá que sumar el tiempo de espera en la estación.

La otra opción, y es que la desde viajarencruceros os recomendamos, sería el escoger una de las muchas excursiones que ofrecen por Roma. La posibilidad de que nada más desembarcar del barco haya un autobús esperándonos, evitar las colas, las esperas interminables, las equivocaciones, retrasos, el no entender los letreros, no tener guía ni rumbo y en definitiva ir desinformado, es algo que podríamos evitar si contratamos una excursión programada.

Imagen de la famosa Fontana di Trevi de Roma

Contenido relacionado