MSC Splendida – Aspectos negativos

El MSC Splendida es el barco más grande construido por una naviera europea, tiene los equipamientos más novedosos y todos los equipamientos que podamos soñar, pero a pesar de eso hay algunos detalles que se escapan a la naviera y que en este post queríamos resaltar.

Cuando se inicia el embarque, todos los pasajeros dejan sus maletas y estas son etiquetadas, luego llegas a tu camarote y ahí las tienes, hasta ahí ningún problema, pero,  ¿qué ocurre si luego no llegan tus maletas? Al hacer el embarque y entregar tus maletas no te dan ningún tipo de resguardo, con lo cual si luego hay algún problema no hay manera de poder reclamar nada.

El buffet de comida, tal y como os comentamos en un anterior post, es algo variado pero todos los días es exactamente el mismo y además su calidad deja mucho que desear. Los postres son deliciosos, pero en cuanto a los primeros y segundos se podrían mejorar bastante. Como en muchos cruceros la bebida se paga y esta es algo cara, los refrescos cuestan 2.80 euros, mientras que la cerveza esta por más de cuatro.

El barco es grande, mejor dicho muy grande. Pero, aunque es muy espacioso también lo ocupa mucha gente, y ese es el principal problema. A veces resulta un tanto agobiante, sobretodo en las comidas cuando te topas con todo el mundo mientras escoges los platos. A la hora de tomar el sol, las hamacas brillan por su ausencia, puesto que hay tan sólo cuatro piscinas para casi 4000 pasajeros.

El tiempo en las escalas es mínimo, dependiendo de que ciudad se visite es casi imposible ver todo lo interesante que esta ofrece. Por su parte, las excursiones contratadas son pésimas, no aprovechan todo el tiempo y además son algo caras. Vale la pena ir informado de los destinos para hacer estos itinerarios por libre.

Hay que resaltar todas estas cosas ya que no basta con tener uno de los mejores barcos del mundo y su servicio no esta a la altura.