RMS Lusitania (Parte I)

Es tal la importancia tanto histórica como naval de esta embarcación, una de las más reconocidas de todos los tiempos, que dividiremos su análisis en dos partes para no omitir algunos detalles que se consideran ineludibles al tener en cuenta sus hazañas. Por empezar, destacaremos que su hundimiento fue una de las causas de la entrada de Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial.

El Lusitania era un navío perteneciente a la empresa Cunard Line y una especie de hermano del también famoso Mauretania, que a principios de siglo marcaron fuertemente el transporte de pasajeros a través del Océano Atlántico entre distintos puertos de Europa y América.

En cuanto a su conformación y de diseño, el Lusitania medía más de 230 metros, con más de 30 toneladas y su capacidad en cuanto a velocidad alcanza incluso hasta los 26 nudos, nada mal para lo que significaban sus funciones innatas, para las cuales había sido producido.

Siempre se hacía referencia, en su momento, a que la segunda clase del Lusitania tenía en ocasiones más lujo que la primera de varias otras embarcaciones, las cuales quedaban opacadas claramente ante el poderío de nuestro navío.

Su capacidad total era de poco más de 2.000 personas, y su diseño interior era tan lujoso, que de hecho el Titanic fue pensado teniendo en cuenta los reglamentos de seguridad y confort del Lusitania, aunque claro que ambas naves no corrieron finalmente con la suerte, dados sus trágicos desenlaces.