Achille Llauro, el buque de la desgracia

Hoy nos asomamos por el pasado de los cruceros, para recordar a uno de los buques con más desgracia en la historia.

A finales de la década de los años 30, la compañía Rotterdsmsche Lloyd encargó que se hiciera un nuevo buque. En aquel entonces el Achille Llauro fue bautizado como Willem Rays. Era un buque de 192 metros de eslora, 25 metros de manga, que era desplazado por seis motores diesel que le permitían ir a una velocidad de 22 nudos por hora y podía transportar a un total 1600 pasajeros.

Aunque se empezó a construir a finales de la década de los años 30, el inicio de la Segunda Guerra Mundial hizo retrasar su botadura, por lo que esta no se realizó hasta 1947. Los primeros viajes que realizó eran rutas que unían Holanda con Indonesia. Mas tarde, ya en los años sesenta, fue destinado hacía América, para realizar cruceros por Nueva York.

En 1964, la naviera Lauro Line se hace cargo de este buque y lo rebautiza como Achille Llauro. Como la naviera italiana quería realizar una remodelación en la embarcación se lo llevaron hasta los astilleros de Palermo (Italia) pero por culpa de un problema el buque fue incendiado casi en su totalidad por lo que se aprovechó por remodelarlo por completo.

Una vez que el buque fue remodelado estuvo realizando cruceros por la zona de Australia, hasta que por segunda vez se volvía a incendiar, era 1972, pero todavía quedaría más. A principios de 1981 sufre su tercer incendio a bordo, aunque logra que el barco no se destruya del todo.

En 1985, mientras realizaba un crucero por el mediterráneo oriental fue secuestrado por un grupo palestino que pedía la liberación de 50 terroristas, como las autoridades se negaron estos mataron a uno de los pasajeros.

Dos años más tarde fue vendida a la naviera Star Lauro y unos años más tarde sufriría su cuarto y último incendio mientras el buque navegaba por pleno océano Índico, esta vez el buque no resistió y acabó hundiéndose, sólo murieron dos personas.