Después de haber visitado el teatro L’avanguardia e imaginármelo lleno, con la gente aplaudiendo y con toda la iluminación, decidido salir y ver lo poco que resta del barco. Para ello bajo hacía la planta 6, la cubierta Magnifico.
Después del teatro y dirigiéndome hacía popa, lo primero que encuentro es el extraordinario Casino delle Palme. Un casino que cuenta con una gran cantidad de tragamonedas, no llegue a contar el número de máquinas pero había muchísimas, y de varias mesas de ruleta, blackjack, poker, etc. Además el casino cuenta con una barra para tomar copas y supongo que cuando está abierto al público tendrá los famosos crupiers y azafatas.
Como casi todos los casinos, este no iba a ser menos, su decoración es elegantísima, el granate y negro se imponen como colores predominantes. Todo el suelo está enmoquetado, mientras que los pupitres o sillas donde se sientan los invitados parecen de cuero.
Saliendo del Casino se llega a la Plaza San Giorgio, un bonito lugar, típicamente mediterráneo, una decoración muy sencilla y fresca, allí podemos topar algún café o tentempié, es como una zona de recreo dentro del barco.