De visita por MSC Fantasia (Parte I)

Esta semana he tenido la oportunidad de poder realizar una pequeña visita por el denominado “barco más bonito del mundo”, el MSC Fantasia. Si ver por fuera este espectacular buque ya asombra, simplemente poniendo un pie dentro de la embarcación, puede llegar a dejarte boquiabierto.

Nada más entrar por la puerta principal, un hermoso hall de recepción y una gran estructura circular, con fuentes, ascensores acristalados y una espectacular iluminación, nos hace recordar que acabamos de entrar en el puente Fantasia. 

Después de entrar por esta cubierta número cinco y echar a suertes si empezar por arriba o por abajo, decido emprender mi recorrido bajando por las escaleras. No llego a pisar el primer escalón, cuando una de las bonitas azafatas del barco me da un toquecito en la espalda y me comenta que la escalera por la que estoy descendiendo esta hecha con cristales de Swarowski. Me pongo a contar el número de escalones que existe y mientras me pierdo en un cálculo imposible me doy cuenta que solo ha pasado un minuto y ya estoy alucinando.

Siguiendo el recorrido y yendo hacía la popa del barco entro por el Red Velvet Restaurant, el primer restaurante que conoceré durante esta visita. Este restaurante de dos pisos, situados en el puente 5 y el puente 6, no fue el restaurante que más me gustó de la embarcación, de hecho para mi gusto es el más feo. Tiene un corte más bien clásico, con suelo enmoquetado de un granate algo oscuro y sillas tapizadas al mismo color combinadas con negro caoba. Más que elegante denota un estilo algo pomposo.

Tras visitar el Red Velvet Restaurant, me entran unas ganas enormes de subirme a uno de los dos ascensores del barco y poder así contemplar la vista que se ve desde él, es por eso que cambio de opinión y se me ocurre que lo mejor que puedo hacer es realizar el recorrido de arriba hacía bajo y no como lo estaba iniciando. Pero de eso ya os hablaré en el siguiente artículo.