Parece increíble pero el Shapphire Princess de la compañía Princess Cruises colisionó por segunda vez en un año con una ballena de gran tamaño. En esta ocasión fue una ballena jorobada que se encontraba en la zona de Juneau, en la Alaska estadounidense.
Según estudios confeccionados por NOAA ( National Oceanic and Atmospheric Administration) está contemplado que los grandes buques son una seria amenaza para las grandes ballenas. La mayoría de las veces ocurre con grandes buques cargueros aunque de vez en cuando también buques crucero de turismo también se ven afectados.
Estas colisiones suelen ocurrir en el hemisferio norte, concretamente en la costa de Alaska y eso a pesar de que hace tan sólo un par de años se cambiaron las rutas marítimas por los Estados Unidos, para evitar precisamente la colisión con estos grandes cetáceos.
El caso del Shapphire Princess llama especialmente la atención, ya que en un año ha tenido dos colisiones con ballenas jorobadas. La primera se produjo el 25 de julio de 2009, la ballena se encontró en la parte del bulbo de la proa cuando el Shapphire Princess llegó a puerto, mientras que hace tan sólo un par de días se volvía a repetir el accidente nuevamente con una ballena jorobada.